La conclusión de la Feria de Zújar,
cada 15 de agosto, siempre supone un adelanto del fin del verano,
como un avance de la llegada inexorable del otoño, y eso que este
año, el verano sigue surcado por mareas de verdadero calor. Pero es
que, en Zújar, el final de la Feria, nos predispone a un tiempo de
paz, un interregno de calma que llega a nuestras vidas,
periódicamente, cada año, tiempo en el que se apuraban las huertas
y se preparaban las casas para la llegada del maiz, con los abuelos
sentados quitando las farfollas a las mazorcas, las almendras y las
uvas que habrían de llenar las tinajas de vino. Hoy, significa el
regreso de los veraneantes que abandonan Zújar hasta las próximas
vacaciones, la cercanía de un nuevo curso escolar y, para algunos,
el exilio a Francia durante su vendimia, o el final de un verano
productivo bajo los invernaderos de Zabroja.
Actividades inffantiles en la Plaza Mayor
"Las Marionetas de Irene" en la Plaza Mayor
Este año, como de costumbre, el
preludio de la Feria fue un continuo discurrir de actividades de
ocio, destinada a los más jóvenes, tanto en la Plaza Mayor, como el
Parque de la Almazara, junto a la Avenida de los Baños, la vía
principal de Zújar, desde que terminara su función como carretera,
y que se convirtió en un auténtico ferial, donde se dieron cita el
bullicio y la diversión los cuatro días de Feria, que
invariablemente tienen sabor a verbena y a chocolate de madrugada.
Interior de la Iglesia de Zújar
El Coro "Villa de Zújar" preparado para cantar en la Iglesia de Zújar
Un instante de "Gris....tirando a negro" el musical que puso en escena el Taller de Teatro de Zújar
Pero es por la Feria cuando reina lo
excepcional, pues en estos días, se produce una relajación de las
tediosas tareas cotidianas, el hombre se libera de la carga de la
realidad que le aprieta todo el año, eternamente, como al Sísifo de
los mitos griegos. Y, como un milagro, todo confluye, el jolgorio y
la alegría de la fiesta, las horas de esparcimiento, de saludos....
Y todo acompañado de grandes actividades lúdicas, deportivas y
culturales, que han consumido esfuerzo y tiempo de tanta gente. Este
año, hemos podido disfrutar de una divertidísima apuesta del Taller
de Teatro de Zújar que, con atrevimiento y desparpajo han querido
homenajear al musical con “Gris....tirando a negro”, o esa
muestra del arte de los cuadros de baile de alumnas de la Asociación
los Zujareños que, como colofón, nos regalaron con una velada
flamenca de gran calidad, o el ya tradicional concierto de la Banda
de Música de la ACVC, con anécdota incluida (la actuación se interrumpió al averiarse uno de los instrumentos de la banda), o la espectacularidad
de las 14 carrozas que formaron el desfile, o la muestra del buen
hacer del taller de pintura.
Carroza "El Sol naciente" ganadora en el desfile de carrozas de esta feria, acompañada de coreografía
Una carroza muy marinera...
Carroza del "Baby Boom"
"Olé"
También estuvieron Blancanieves y los siete enanitos
Y hasta la Barbie
Los ecos de la Feria desaparecen entre
los filamentos del tiempo preparándose para redoblar de nuevo, con
furia, muy pronto, el próximo 2 de octubre, cuando la algarabía
retorne el día del Ángel.
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