lunes, 31 de mayo de 2010

Visitando el Balneario de Alicun de las Torres

El balneario de Alicún de las Torres


En no pocas ocasiones, recorrer los senderos del mundo nos hacen redescubrir lo que dejamos atrás y nos hacen mirar a nuestro querido Zújar de otra manera, como si nuestros ojos mirando otras realidades transformaran la visión de nosotros mismos. Es en el regreso, en el recuerdo del viaje, cuando nuestro hogar, nuestro pueblo cambia para siempre. Y eso es lo que me ocurrió visitando el Balneario de Alicún.

El balneario de Alicún de las Torres se encuentra en uno de esos oasis abiertos tras millones de años por el agua. El paisaje espectacular, encerrado entre barrancos, se abre en una explosión de frescura y vorágine vegetal. Su balneario, declarado de interés cultural, es una isla de paz, donde el rumor del viento, el sonido del agua surgiendo de la tierra y el incesante canto de los pájaros, recuerda a otro paraíso perdido de Zújar: los Baños de Zújar. El de Alicún ha conservado, pese a los cambios, ese regusto por la arquitectura tradicional y el encanto decimonónico de los balnearios. El de Zújar sólo habita el recuerdo, quedando tan sólo el nacimiento termal sólo verificable cuando las aguas del pantano se encogen. El de Alicún, dedicado al turismo y a la terapia termal, sin grandes pretensiones, de pequeño tamaño está exento de las grandes multitudes, asegurando aún más la delicia del contacto con la naturaleza. El de Zújar queda sólo en la memoria........ Bueno, esperemos que pronto (si siguen las obras a buen ritmo) podamos comprobar el renacimiento del Balneario de Zújar, un balneario del siglo XXI, de conceción estética muy moderna y funcional, enclavado en las estribaciones del Jabalcón, muy cerca del Hotel Rural la Alcanacia.

Imagen del interior del Balneario de Zújar extraido de un folleto de principios del siglo XX

Pero, aunque visitar el Balneario de Alicún supusiera reanimar en mi memoria las viejas imágenes del vetusto balneario de Zújar y la odisea de tantos años hasta llegar siquiera a iniciarse su construcción, mi sorpresa fue otra. Y es que, cuando vi la información sobre fiestas de los alrededores, que la empresa explotadora del balneario ofrecia a sus clientes, comprobé que hacía referencia a nuestras Fiestas, donde rezaba que en Zújar se celebraban las "fiestas de moros y cristianos dedicadas a la Virgen de la Cabeza", algo que se puede comrobar en la visita virtual al Balneario de Alicún.

Nuestras Fiestas, a las que quizás no tengamos en mucha consideración como valor turístico, eran utilizadas como reclamo para atraer visitantes de otros lugares.

2 comentarios:

  1. La verdad, todo lo que se va perdiendo o descuidando queda almacenado en la memoria individual o colectiva y a pesar del paso del tiempo es imprescindible que hablemos de ello, del pasado, para así revivirlo de nuevo pues de otro modo moriría. Yo apenas me acuerdo de los baños de Zújar hace poco menos de 20 años, los recuedo como una tarde muy nublada y tengo una visión de las gotas derrepente ondear la superficie del agua y los huecos supongo que a modo de habitaciones enfiladas a ambos lados, la memoria ya no me da para mas. Cuando he visto fotografías mas antiguas aún no me puedo hacer a la idea de que fue real una vez y por supuesto lo mejor de todo es que hay personas que se preocupan y escriben la historia que es la huella de lo que pueda acontecer en un futuro.
    Creo que todos los Zújareños esperamos ansiosos ver nacer el nuevo balneario y así engrandecer nuestro orgullo territorial, cómo no.
    UN SALUDO

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  2. Indudablemente, la importancia del pasado reside en nuestra memoria pues en último término, la identidad individual y colectiva se construye a través de la historia, y así poder dar un sentido a nuestro futuro. Y aunque contar historias no parece que esté muy de moda, considero que es apasionante narrar una trama vital, ya sea personal o de todo Zújar.

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