martes, 16 de junio de 2009

El Corpus en Zújar

El pasado domingo se celebró en Zújar la tradicional fiesta del Corpus. Como de costumbre, se adornaron altares y se cubrió el suelo con juncos.
El grupo de percusión de la Banda de Música de Zújar se prepara para el inicio de la Procesión del Corpus en la Plaza Mayor


La procesión del Corpus se inició sobre las 10.30 de la mañana, en un día muy caluroso. Abría la procesión los niños y niñas que han hecho la primera comunión este año, y que iban lanzando pétalos de flores a lo largo del recorrido. Detrás iban las personas que portaban velas encendidas y un pequeño número de mujeres cantando, abriendo paso a la Custodia, portada por cuatro horquilleros, precediéndole el señor párroco bajo palio. Cerraba la procesión la Banda de Música de la Asociación Cultural Virgen de la Cabeza.


Altar erigido en la Calle Raza Zocat


A pesar del calor, la procesión fue a buen ritmo desde la Plaza Mayor, subiendo por la Cuesta de las Campanas y la Calle Razazocat, donde estaba el primer altar. El segundo, se encontraba en la fachada del Cuartel Viejo. La procesión continuó por el Barrio de Los Nogales, donde se encontraba el tercer altar. De aquí se salió a la Cuesta del Molinillo, a cuyo término se había erigido el cuarto. Por la Calle Molinillo se llegó de nuevo a la Plaza Mayor, donde se encontraba el quinto y último altar. Faltaban unos 15 minutos para el mediodía y el calor era sofocante, cuando finalizó la procesión.


Altar levantado en la Plaza Mayor



Daba gusto ver como los más mayores iban, a lo largo de la procesión, haciendo las tradicionales porras de junco, llamadas "juncia", para que jugasen los más pequeños. Atrás, en el recuerdo, quedaba la antigua tradición de los mozos del pueblo que, al grito de "¡¡juncia!!", golpeaban con estas porras de junco a todo aquel que no se arrodillara al paso del Santísimo. Tradición que está registrada desde la repoblación cristiana tras la expulsión de los moriscos de Zújar en 1574, y que desde los años 70 del siglo XX se ha perdido. Como testimonio, aún se hacen estas pequeñas cachiporras de junco, para delicias de los más pequeños que con sus juegos amenizan el día, y son menos peligrosos que los mozalbetes de antaño.

2 comentarios:

  1. Si hizo mucho calor se llego a 38 grados a la sombra.Pero lo que yo queria comentar es que me dio verguenza cuado vi como un coche se metia por medio de la procesion. El respeto hacia los demas se esta perdiendo. Tu puedes o no estar de acuerdo con lo que se esta realizando ,pero creo que se debe de respetar a todo el mundo.

    ResponderEliminar
  2. Como bien dices, se puede estar de acuerdo o no con las procesiones que, además de su carácter eminentemente religioso son, en muchos casos, una expresión cultural, etnológica, etc. y que mantiene una estética popular que puede ser susceptible de convertirse en reclamo turístico.

    Pero no se trata sólo de que el comportamiento de algunos tenga una consecuencia negativa en la estética (coches que se cruzan, coches aparcados en las calles estrechas, mobiliario urbano destrozado, etc) sino que también existe un cierto riesgo de atropello cuando un vehículo cruza por medio de la gente, sea cual sea para lo que se hayan congregado.

    Respetando escrupulosamente también el derecho de quien necesita desplazarse con su vehículo.

    Hace falta concienciar sobre los comportamientos responsables y solidarios y trabajar por una convivencia basada en el respeto.

    ResponderEliminar