domingo, 11 de diciembre de 2011

Cómo afecta el trasvase del río Castril a Zújar

Obras en el trasvase del río Castril
Foto extraida de la web de la Plataforma para la Defensa del río Castril

El pasado 8 de diciembre la prensa (Granada Hoy) informaba que la Audiencia Nacional suspendía de forma cautelar, la orden ministerial (25 nov 2011) que declaraba la emergencia de las obras del trasvase del río Castril, en la que se plantea que después de cinco años, la argumentación de la emergencia no se sostiene, debido a los prejuicios medioambientales que las obras causan.

Se da la circunstancia que la Plataforma por la Defensa del Río Castril, no cejado en su empeño de paralizar las obras e incluso, ha interpuesto un contencioso en el Tribunal Supremo contra la Ley de residuos, respecto a algunos aspectos que podrían legalizar las obras, tribunal que ya había paralizado con anterioridad las obras.

Por su parte, la Administración, encabezada por la propia Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, secundada por los municipios beneficiados (sobre todo Baza, Zújar, Freila y Caniles) ha intentado llevar a cabo las obras del trasvase, a pesar de la oposición de la Plataforma y los municipios más afectados (Castril, Cortes de Baza), que sin duda dispondrían de un abastecimiento de agua de superficie muy importante.

Por otra parte, la mayoría de los expertos avalan las tesis de la plataforma, pues las obras del trasvase, y el propio trasvase, perjudican seriamente al ecosistema de ribera del río Castril, a su fauna y su flora, teniendo en cuenta que el nacimiento del río se encuentra enclavado en el parque natural de la Sierra de Castril.

En ocasiones, las argumentaciones en pro o en contra del trasvase, no han contribuido al diálogo sino que se a favorecido cierto enfrentamiento entre municipios. Sin duda, los recursos hídricos del Altiplano de Granada, aún siendo importantes, no dejan de ser escasos, mientras el consumo de agua aumenta, por lo que se intensifica la presión sobre ellos desde otras zonas más pobladas. Ahí está el sistemade embalses para regular del caudal del Guadalquivir (embalses del Portillo, de La Bolera o del Negratín o el trasvase del Negratín a la cuenca del río Almanzora, con escasos beneficios para las zonas que poseen el recurso hídrico.

Pero en este caso, se trata de gestionar un recurso desde el propio Altiplano de Granada, por lo que se hace necesario un diálogo fluido y responsable, pues es cierto que las demandas de la Plataforma del río Castril debieran ser asumibles por todas las administraciones locales y los ciudadanos de las comarcas de Huéscar y Baza, no sólo para preservar un recurso medioambiental único, sino porque en el futuro uno de los grandes problemas más acuciantes será el acceso al agua potable y limpia. Y esto no implica ejercer la solidaridad y desarrollar infraestructuras para abastecer poblaciones deficitarias que dependen de los suministros procedentes de subsuelo, menguados, costosos y de menor calidad. Existen alternativas viables, que hubieran llevado el proyecto de trasvase a buen puerto, defendidas incluso por la Plataforma, que no hubieran supuesto una merma de caudal ni comprometen los recursos a otras poblaciones afectadas como Cortes de Baza, pues la captación se realizaría en la desembocadura del río Castril al embalse del Negratín.

Para Zújar es importante disponer de agua superficial sobre todo para el abastecimiento de agua potable, pero no puede hacerse a costa de perder recursos irrecuperables, sobre todo porque en su término municipal se encuentran todas las infraestructuras importantes de captación de agua del embalse del Negratín, sufriendo un gran impacto medioambiental y paisajístico, sin contrapartidas. No olvidemos que de este embalse se abastece el Canal del Jabalcón, que da riego a la Hoya de Baza, y el trasvase al río Almanzora. Así que Zújar necesita agua, pero no con este trasvase.

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