miércoles, 9 de enero de 2013

Lecturas (2): "La asesina de los ojos bondadosos"

Portada de la novela "La asesina de los ojos bondadosos"
El Pasado 23 de diciembre tuve el placer de intervenir en la presentación de la nueva edición de la novela “La asesina de los ojos bondadosos” que se celebró en Cuevas del Campo (Granada). La novela, con unos cuantos arreglos introducidos por su autora Felisa Moreno Ortega y una nueva portada, como reflejo del cambio de edición, inicia una nueva andadura de la mano de la Editorial Pezsapo.

Raquel, una periodista novel, regresa a su pueblo natal, para investigar el misterio que envuelve un atroz asesinato ocurrido hace años.

Se inicia así un viaje, un viaje de regreso al pasado, al mundo perdido del modo de vida rural, para desentrañar las tramas urdidas durante años entre personajes sujetos al silencio. Y es que el viaje es uno de los elementos fundamentales de “La asesina de los ojos bondadosos”, novela de Felisa Moreno Ortega, con la que ganó el premio de escritores noveles de la Diputación de Jaén en 2007, donde el viaje no sólo es un desplazamiento de un lugar a otro, sino que es también un viaje en el tiempo, un viaje a los recuerdos y el tránsito hacia las geografías de las pasiones y el dolor humanos. Una vuelta a un mundo repleto de personajes atormentados, a una sociedad que esconde un secreto, donde la oscuridad debe ser ocultada a cal y canto, para no romper la armonía de las estaciones. En efecto, en el transcurso de la lectura se descubre que todos los personajes ocultan algo, conforme el trayecto atraviesa su íntimo interior y sus vidas se entrecruzan, haciendo de cada capítulo una encrucijada en el camino de la narración.

En “La asesina de los ojos bondadosos” destacan los personajes femeninos. Son las voces de las mujeres las que atraviesan los párrafos, mostrando sus anhelos y desencuentros, viajando por una red tupida de silencio. Por esta razón, el viaje será también de liberación. La resolución del misterio, la revelación de cada una de las verdades personales, donde el detonante será una carta escrita por la propia asesina, servirá para que todos los personajes, de una u otra forma, alcancen la redención, restañando las viejas heridas abiertas durante tanto tiempo. La liberación final será un canto a la esperanza y el final de una etapa, pues cada personaje se encontrará en el inicio de una renovación. Ahí culmina la narración, el viaje por la esencia misma de las almas desgarradas, y acaba una travesía repleta de naufragios, donde no hay más remedio que aferrarse a la esperanza de lo imposible.

La intriga va atrapando al lector desde la primera página. Primero de forma imperceptible y cada vez con más contundencia, participando, junto a la protagonista, Raquel, de sus dudas, compartiendo su angustia hasta el final, mientras “la simiente de la duda persistía en su ánimo”.

Los diálogos, las descripciones, se combinan perfectamente, con cierto aire cinematográfico, donde algunos pasajes parecen panorámicas, planos largos, retratos que profundizan en el zoom de la intimidad de los personajes, revelando sus sentimientos, sus estados de ánimo y, a veces, los encuentros se narran como fantásticas secuencias.

Uno de los aspectos que más llaman la atención es la ambientación del mundo rural, de sus recuerdos, de los paisajes, de las labores agrícolas perdidas, de costumbres ancestrales. Un mundo que Felisa Moreno conoce muy bien, repleto de añoranzas y recuerdos, donde tienen cabida los más insignificantes detalles, como ese paso gastronómico por las recetas de la abuela, que se erigen como pilares fundamentales de la obra. Y lo más sorprendente: Felisa hilvana una narración fluida, ágil, con un lenguaje sin artificios aparentes, que facilitan la lectura.

Muy recomendable.